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1 Entonces Jonás oró así al SEÑOR su Dios desde el estómago del pez:
2 «Clamé a ti, SEÑOR, en medio de mi angustia
¡y me contestaste!
Desde las profundidades del sepulcro* sepulcro o Seol, sitio donde van los muertos. pedí tu ayuda,
¡y me escuchaste!
3 »Me arrojaste a lo más hondo,
a lo más profundo del mar;
la corriente me envolvía,
y todas tus olas poderosas pasaban sobre mí.
4 Pensé: “Me has echado de tu presencia,
pero así y todo yo seguiré rogando hacia tu santo templo”.† pero […] santo templo o ¿cómo volveré a ver tu santo templo?
5 »Las aguas me envolvieron hasta el alma,
estaba cubierto de mar por todas partes;
las algas se enredaban en mi cabeza.
6 Me hundí en el mar
hasta donde comienzan las montañas.
Bajé al mundo de los muertos
y tras de mí sus rejas se cerraron para siempre.
Pero tú SEÑOR, Dios mío,
me sacaste vivo de la fosa.
7 Al sentir que se me iba la vida,
me acordé del SEÑOR
y mi oración llegó hasta ti,
en tu santo templo.
8 »Los que adoran ídolos inútiles
han dejado tu fiel amor‡ han dejado tu fiel amor o han dejado de serte leales.;
9 pero yo con gratitud te alabaré
y te ofreceré sacrificios.
Cumpliré la promesa que te hice.
¡La salvación viene del SEÑOR!»
10 Entonces el SEÑOR le ordenó al pez que vomitara a Jonás en tierra firme.