El castigo para los opresores
2
1 Oigan, les va a ir muy mal a ustedes que sólo piensan en hacer el mal;
los que hacen sus planes malvados mientras descansan en su cama
y los llevan a cabo a primera hora del día
porque tienen el poder para hacerlo.
2 Quieren las tierras de otros y se las quitan.
Quieren las casas de otros y se las quitan.
Oprimen al hombre y se apoderan de su casa;
engañan a otro y le quitan su tierra.
3 Esto es lo que dice el SEÑOR:
«Ahora yo soy el que está planeando un mal contra esta familia,
del que no podrán librar su cuello.
Ya no podrán caminar con la cabeza en alto
porque vendrán tiempos de desastre.
4 En aquel tiempo harán canciones para burlarse de ustedes.
Cantarán una triste canción que dirá:
“Estamos arruinados;
nos quitó nuestra tierra.
Me quitó mi tierra
y se la entregó a gente que no es fiel a Dios.
5 Por eso, no tendremos a nadie que divida la tierra
y la reparta entre el pueblo del SEÑOR”».
6 La gente repite insistentemente:
«No nos cansen con sus profecías;
no profeticen acerca de esas calamidades.
Nada malo nos sucederá».
7 Pueblo de Jacob, ¿se debe decir eso?
No se ha agotado la paciencia del SEÑOR;
mi promesa es hacerles el bien
a los que llevan una vida recta.
8 Pero ustedes se alzan como enemigos
en contra de mi pueblo.
Ustedes les quitan la ropa
a quienes pasan desprevenidos por su lado.
Hacen el mal a quienes ni siquiera
están pensando en la guerra.
9 Ustedes sacan de sus hogares
a las mujeres de mi pueblo.
A sus hijos les quitan la gloria
que yo les di.
10 ¡Levántense y váyanse!
Aquí no podrán quedarse a descansar.
Debido a su impureza serán destruidos;
sufrirán una ruina terrible.
11 Esta gente no quiere escucharme.
Pero si un mentiroso viniera diciendo:
«Les anunciaré de vino y alcohol»,
él sería su profeta.
El Señor promete liberación
12 Sí, yo los reuniré a todos ustedes, pueblo de Jacob.
Yo reuniré a los sobrevivientes de Israel:
los reuniré como ovejas en un redil.
Como un rebaño en medio de la pradera,
todos llenarán de ruido el lugar.
13 Uno de ellos atravesará la entrada
y se dirigirá al frente de su pueblo.
Atravesarán las entradas y saldrán de allí.
Su rey marchará delante de ellos;
el SEÑOR será su líder.