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Futuro Glorioso de Sion
1 Así dice el Señor:
“El cielo es Mi trono y la tierra el estrado de Mis pies.
¿Dónde, pues, está la casa que podrían edificarme?
¿Dónde está el lugar de Mi reposo?
2 Todo esto lo hizo Mi mano,
Y así todas estas cosas llegaron a ser,” declara el Señor.
“Pero a éste miraré:
Al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante Mi palabra.
3 El que mata un buey es como el que mata a un hombre,
El que sacrifica un cordero como el que desnuca un perro,
El que presenta ofrenda de cereal como el que ofrece sangre de cerdo,
El que quema incienso como el que bendice a un ídolo.
Como ellos han escogido sus propios caminos,
Y su alma se deleita en sus abominaciones,
4 También Yo escogeré sus castigos,
Y traeré sobre ellos lo que temen.
Porque llamé, pero nadie respondió,
Hablé, pero no escucharon.
Más bien hicieron lo malo ante Mis ojos,
Y escogieron lo que no Me complacía.”
5 Oigan la palabra del Señor, ustedes que tiemblan ante Su palabra:
“Sus hermanos que los aborrecen, que los excluyen por causa de Mi nombre,
Han dicho: ‘Sea el Señor glorificado, para que veamos la alegría de ustedes.’
Pero ellos serán avergonzados.
6 Voz de estruendo viene de la ciudad, una voz sale del templo:
La voz del Señor que da el pago a Sus enemigos.
7 Antes que estuviera de parto, ella dio a luz;
Antes que le vinieran los dolores, dio a luz un niño.
8 ¿Quién ha oído cosa semejante? ¿Quién ha visto tales cosas?
¿Es dado a luz un país en un solo día?
¿Nace una nación toda de una vez?
Pues Sion apenas estuvo de parto, dio a luz a sus hijos.
9 Yo que hago que se abra la matriz, ¿no haré nacer?” dice el Señor.
“Yo que hago nacer, ¿cerraré la matriz?,” dice tu Dios.
10 Alégrense con Jerusalén y regocíjense por ella, todos los que la aman;
Rebosen de júbilo con ella, todos los que por ella hacen duelo,
11 Para que mamen y se sacien del pecho de sus consolaciones,
Para que chupen y se deleiten de su seno abundante.
12 Porque así dice el Señor: “Yo extiendo hacia ella paz como un río,
Y la gloria de las naciones como torrente desbordado.
Y ustedes mamarán, serán llevados sobre la cadera y acariciados sobre las rodillas.
13 Como a uno a quien consuela su madre, así los consolaré Yo;
En Jerusalén serán consolados.”
14 Cuando lo vean, se llenará de gozo su corazón,
Y sus huesos florecerán como hierba tierna.
La mano del Señor se dará a conocer a Sus siervos,
Y Su indignación a Sus enemigos.
15 Porque el Señor vendrá en fuego
Y Sus carros como torbellino,
Para descargar Su ira con furor
Y Su reprensión con llamas de fuego.
16 Porque el Señor juzgará con fuego
Y con Su espada a toda carne (todo ser humano),
Y serán muchos los muertos por el Señor.
17 “Los que se santifican y se purifican para ir a los huertos,
Tras uno que está en el centro,
Que comen carne de cerdo, cosas detestables y ratones,
A una perecerán,” declara el Señor.
18 “Pero Yo conozco sus obras y sus pensamientos. Llegará el tiempo de juntar a todas las naciones y lenguas, y vendrán y verán Mi gloria.
19 Y pondré señal entre ellos y enviaré a sus sobrevivientes a las naciones: a Tarsis, a Fut, a Lud, a Mesec, a Ros, a Tubal y a Javán (Grecia), a las costas remotas que no han oído de Mi fama ni han visto Mi gloria. Y ellos anunciarán Mi gloria entre las naciones.
20 Entonces traerán a todos sus hermanos de todas las naciones como ofrenda al Señor, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a Mi santo monte, Jerusalén,” dice el Señor, “tal como los Israelitas traen su ofrenda de grano en vasijas limpias a la casa del Señor.
21 Y también tomaré algunos de ellos para sacerdotes y para Levitas” dice el Señor.
22 “Porque como los cielos nuevos y la tierra nueva
Que Yo hago permanecerán delante de Mí,” declara el Señor,
“así permanecerán su descendencia y su nombre.
23 Y sucederá que de luna nueva en luna nueva
Y de día de reposo en día de reposo,
Todo mortal vendrá a postrarse delante de Mí,” dice el Señor.
24 “Y cuando salgan, verán
Los cadáveres de los hombres
Que se rebelaron contra Mí;
Porque su gusano no morirá,
Ni su fuego se apagará,
Y serán el horror de toda la humanidad.”