Jeremías compra un campo
32
Este es el mensaje que el SEÑOR le dio a Jeremías en el décimo año del reinado de Sedequías, rey de Judá,* décimo año […] de Judá 588–587 a. C., año en que Nabucodonosor destruyó Jerusalén. que a su vez era el año dieciocho del reinado de Nabucodonosor. En ese tiempo, el ejército del rey de Babilonia tenía rodeada a Jerusalén. El profeta Jeremías estaba preso en el patio de la prisión del palacio del rey de Judá. Sedequías, rey de Judá, había mandado que lo encarcelaran y le había dicho: «¿Por qué profetizas: “Esto dice el SEÑOR: Voy a entregar esta ciudad en poder del rey de Babilonia para que caiga en sus manos. Sedequías, el rey de Judá, no escapará del poder de los babilonios, sino que caerá en manos del rey de Babilonia y tendrá que poner la cara ante él. Nabucodonosor se llevará a Sedequías a Babilonia y allí permanecerá hasta que yo me vuelva a ocupar de él. Ustedes lucharán contra los babilonios, pero no vencerán. Es la decisión del SEÑOR”?»
Jeremías dijo: «Vino a mí mensaje del SEÑOR que decía: “Janamel, hijo de tu tío Salún, vendrá a ti y te pedirá que le compres un campo que tiene en Anatot, pues tú tienes el derecho de comprarlo por ser su pariente más cercano”. Y tal como dijo el SEÑOR, mi primo Janamel vino a mí al patio de la prisión y me propuso que le comprara el campo que tenía en Anatot, en la tierra de Benjamín, porque yo tenía obligación de comprarlo y tomar posesión de él por ser su pariente más cercano. Entonces supe que ese era un mensaje del SEÑOR y le compré a mi primo Janamel el campo que estaba en Anatot por diecisiete piezas de plata. 10 Firmé las escrituras, lo sellé, llamé a unos testigos para que presenciaran la compra y pagué el dinero. 11 Entonces tomé las escrituras que había sellado, el contrato, las condiciones de compra y la copia sin sellar. 12 Entregué las escrituras a Baruc, hijo de Nerías y nieto de Maseías, ante Janamel, los testigos que habían presenciado la compra y todos los judíos que estaban sentados en el patio de la prisión.
13 »Luego le dije a Baruc ante todos ellos: 14 “Esto dice el SEÑOR Todopoderoso, Dios de Israel: ‘Toma estos documentos, las escrituras selladas y la copia abierta, y colócalos en una vasija de barro para que se conserven mucho tiempo’. 15 Porque dice el SEÑOR Todopoderoso, Dios de Israel: ‘Mi pueblo comprará de nuevo casas, campos y cultivos de uva en esta tierra’”.
16 »Después de entregarle las escrituras de la compra a Baruc hijo de Nerías, oré al SEÑOR diciendo:
17 »Señor DIOS, tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido. No hay nada demasiado difícil para ti. 18 Tú muestras fiel amor a miles de personas, pero así mismo castigas a los hijos por el pecado de sus padres. Eres Dios grande y poderoso, y tu nombre es el SEÑOR Todopoderoso. 19 Tus planes son grandiosos y tus obras son maravillosas. Tú ves todo lo que hacen los seres humanos para darle a cada cual su merecido de acuerdo a sus acciones. 20 Tú hiciste milagros y maravillas en Egipto y sigues haciéndolos hoy en Israel y en todos los pueblos. Tú has hecho que tu nombre sea famoso. 21 Sacaste a tu pueblo Israel de Egipto con milagros y maravillas, usando tu fuerte mano, tu brazo extendido y tu gran poder. 22 Le diste al pueblo de Israel esta tierra que les prometiste a sus antepasados, una tierra que rebosa de leche y miel. 23 Pero cuando ellos vinieron y se apropiaron de esta tierra, no te obedecieron ni siguieron tus leyes; tampoco hicieron lo que les ordenaste, y por eso les trajiste todo este sufrimiento.
24 »Ahora los babilonios han construido rampas alrededor de la ciudad para capturarla. La guerra, el hambre y las enfermedades harán que la ciudad caiga en manos de los babilonios que luchan contra ella. Se está cumpliendo lo que dijiste que sucedería y tú lo estás viendo todo. 25 A pesar de que la ciudad está siendo entregada en manos de los babilonios, tú Señor DIOS, me dices: “Compra el campo al contado y llama a testigos para que presencien la compra”».
26 Entonces vino mensaje del SEÑOR a Jeremías: 27 «Yo soy el SEÑOR, el Dios de todos los seres humanos. ¿Es que hay algo imposible para mí? 28 Este es el mensaje del SEÑOR: “Voy a hacer que esta ciudad caiga en manos de los babilonios y de su rey Nabucodonosor, quien la capturará. 29 Los babilonios que atacan esta ciudad entrarán en ella y le prenderán fuego; quemarán las casas en cuyas azoteas se quemaba incienso a Baal y se ofrecía vino a otros dioses, para provocar mi ira. 30 Desde que eran jóvenes, los pueblos de Israel y Judá han hecho el mal delante de mí. El pueblo de Israel no ha cesado de provocar mi ira con los ídolos que fabrica con sus manos, dice el SEÑOR. 31 Desde el día en que fue construida hasta el día de hoy, esta ciudad se la ha pasado provocando mi ira y mi furia. Por eso la voy a hacer desaparecer de mi vista, 32 por todo el mal que han hecho tanto el pueblo de Israel como el pueblo de Judá ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes, sus profetas, toda la gente de Judá y de Jerusalén. 33 Ellos me dieron la espalda y no pusieron la cara; aunque les enseñé con paciencia, no quisieron aceptar mis enseñanzas. 34 Llevaron sus ídolos al templo que lleva mi nombre y así lo contaminaron. 35 Ellos también construyeron altares a Baal en el valle de Ben Hinón valle de Ben Hinón También llamado Gehena, que viene del nombre hebreo Ge Hinón, el valle de Hinón. Este lugar se constituyó en un símbolo del castigo de Dios contra la gente perversa. para quemar a sus hijos e hijas y ofrecérselos a Moloc. Yo no les ordené que hicieran eso y nunca imaginé que harían algo tan terrible. Al hacer todo esto hicieron pecar a Judá”.
36 »Pero ahora, esto dice el SEÑOR Dios de Israel de esta ciudad que ustedes dicen que por medio de la guerra, el hambre y la enfermedad va a caer en manos del rey de Babilonia: 37 “Los voy a reunir y los traeré de todas las tierras a donde los arrojé debido a mi ira y mi gran furia. Los traeré de regreso a este lugar y haré que vivan seguros. 38 Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. 39 Yo les daré un solo corazón y un solo camino para que siempre sientan temor de mí, por su propio bien y el de sus descendientes. 40 Yo haré con ellos un pacto eterno de hacerles siempre el bien y pondré en su corazón tal respeto por mí que nunca se alejarán de mi lado. 41 Me alegrará hacerles el bien y con todo mi corazón y toda mi alma los plantaré en esta tierra”».
42 Este es el mensaje del SEÑOR: «Así como traje todo este sufrimiento sobre este pueblo, así mismo traeré sobre ellos todo el bien que les prometo. 43 Se volverán a comprar campos en esta tierra de la que ustedes dicen que está destruida y deshabitada, y que ha sido entregada en manos de los babilonios. 44 En la tierra de Benjamín y en los alrededores de Jerusalén, en las ciudades de Judá, en las ciudades del monte, en las ciudades de Sefelá y en las ciudades del Néguev se comprarán campos con dinero, y se escribirán documentos de compra que serán sellados y firmados ante varios testigos. Yo les devolveré lo que les fue quitado». Lo dice el SEÑOR.